En el cuadro aparecen, de izquierda a derecha, las tres diosas con sus respetivos atributos: Atenea con sus armas e o su buho que representa sabedoria, Vénus acompañada de Cúpido y Juno con su pavo real que representa su fiel amigo. Sobre ellas se sítua un amorcillo que corona a Venus antecipando la eleccíon del joven.
Las diosas están resaltadas por la luz y la técnica transparente utilicada por el pintor. Sus bellos cuerpos desnudos nos ponen de manifesto el canon de belleza femenina durante el Barroco, mientras que ne los cuerpos masculinos observamos una clara referencia a Miguel Ángel.
La sensualidad que ha sabido captar Rubens en sus tres diosas fue considerada peligrosa ya en su momento al decidir el cardenal-infante que la única falta del cuadro era estar las diosas demasiado desnudas. Posteriormente, en el reinado de Carlos III, el cuadro estuve a punto de ser quemado al considerarlo impúdico.